Las crónicas subjetivas de un tercer viaje de egresados
En capitulos anteriores
De la llegada y del Día a día
La noche ya había caído y por fuera del cono de luz que creaban los faroles de la Kangucha el todo se sumergía en una oscuridad casi absoluta. Una tímida luna creciente se desperezaba mientras apenas alumbraba lo que nos rodeaba y solamente los coches y camiones que nos cruzábamos daban cuenta de que el mundo seguía ahí. Ya no faltaba mucho, después de un paso a nivel quedaba una media hora más para llegar a nuestro destino, donde pasaríamos los siguientes días. Y dicho y hecho, al pasarlo la excitación y el entusiasmo fue en aumento dentro del vehículo al igual que la cantidad de luz artificial al costado de la ruta, evidencia palpable de una ciudad no muy lejana. Y tal como se dijo, incluso antes de lo previsto, nos encontramos ante el arco que da la bienvenida a los cansados viajeros que llegan a Villa Gesell.
El paso por el arco fue recibido con aplausos y vitoreo, los ya veteranos en el lugar se dieron tiempo para saludar a Pueblo Limite a donde iríamos un par de días después para su apertura oficial. Pasado los festejos de rigor, comenzó un desfile de felicitaciones individuales. A Ari por haber conducido estoicamente casi todo el viaje, a Axel, por haber conducido los últimos kilómetros y por no habernos matado cuando apagó las luces en medio de la ruta. Al Negro por sus mates, "eternos" mates dicho sea de paso y por tener la gentileza de no amenazarnos con sus armas químicas. A Guillote, quien se bancó las películas de Olmedo sin quejarse, y finalmente al que escribe por ser mi primer viaje con el grupo.
A medida que avanzábamos, Axel se internaba en callecitas total mente desconocidas para mi, incluso hoy me seria ligeramente difícil encontrar el camino que tomamos, pero luego de un par de vueltas e instrucciones por parte del Negro, nos encontramos ante una calle que se elevaba alarmantemente por sobre nosotros. Con un buen esfuerzo, el vehículo cargado como estaba pudo hacerse con el desafío, y al llegar a la cima, apenas con un giro a la derecha llegábamos a nuestro recinto. La Villa Escondida.
Ni bien las puertas fueron abiertas, comenzamos a descargar el equipaje y fuimos metiéndolos a la casa. Esta era (es) de tipo rustica, bien amueblada y equipada con todo lo necesario para estar cómodos varios. Tres dormitorios con camas marineras, una cocina, un living-comedor con un juego de sillones empotrados en la pared, dos baños y un lavadero componían el lugar quebastante cómodo resulto.
Una vez terminado de descargar todo el equipaje ( y aquí aclaro que no hago referencia a novia alguna) y de que se me explicaran ciertas reglas de convivencia y precauciones partimos en busca de una muy merecida cena, y el lugar señalado fue La Tucumanita.
Luego de salir de la casa, caminamos hacia la calle 3, calle principal de esa parte de la ciudad, luego de una, tal vez dos cuadras doblamos hacia la izquierda y una par de cuadras después llegamos al mencionado lugar. El establecimiento era (es) simple, un par de mesas, tanto dentro como afuera, en una especie de balcón, algunos ornamentos decoraban las paredes, en fin nada fuera de lo común. Evidentemente habíamos llegado muy cerca de la hora de cierre, ya que tan solo había una pareja terminando de cenar, yo pedí cuatro empanadas de jamón y queso y el resto se repartieron entre pollo, choclo, roquefort y carne cortada a cuchillo. A medida que pasaba la cena, tanto meseras como dueños comenzaron a guardar mesas sillas y vajillas probablemente tratando de comunicarnos que vallamos apurando el tramite, captado el mensaje saldamos la cuenta y nos retiramos, satisfechos de una buena comida. No había mucho mas que hacer esa noche, llegamos a la casa, vimos un poco de TV, charlamos otro tanto más, y al final cada quien se fue a su respectiva cama.
El día siguiente comenzó muy temprano, de hecho creo que fue el día que más temprano empezó. De a poco cada uno comenzó a levantarse, primero Ari y yo siguió el Negro, Guille, y por último Axel. Desayunamos algo, y comenzamos a planificar lo que seria la noche de año nuevo. Salimos en dirección a un supermercado para comprar lo que hiciera falta y, aunque no habíamos decidido concretamente que es lo que íbamos a hacer, sabíamos que al menos el alcohol era necesario. Al llegar al Disco me sorprendió la cantidad de gente en el lugar, esta bien, era vísperas de año nuevo, pero aun así, yo personalmente no esperaba tamaña cantidad de movimiento. Llegamos al sector de carnes, y mirando y revisando, al final se decidió hacer un matambre a la Pizza, ya con la idea fija cada quien se abocó a conseguir los elementos que hacían falta, el Necesario matambre, obviamente, verduras para ensalada, pan, leña para el fuego, aderezos y, por supuesto, el chupi, yo me encargue de llevar el chango y de ocupar un puesto en la cola para la caja que ya era kilométrica. A medida que iban pasando los minutos, el chago se iba llenando de mas y mas productos, y para hacer honor a la verdad tratar de explicar la cantidad de bebida que entro en ese espacio seria totalmente inútil, entre vodka, cerveza, Champagne, Speed y alguna que otra gaseosa, componían la mayoría de elementos, para ponerlo en números, podría decir que por cada "comestible" dentro del chango había 5 unidades de bebidas, lo cual pensaban/mos que duraría al menos una semana, a la noche se probaría que estábamos equivocados. Luego de tener todo lo necesario, regresamos a la V.E. y acomodamos lo que compramos, un rápido almuerzo con hamburguesas y luego de un poco de alpedismo fuimos a la playa.
La playa estaba vacía, sería una buena forma de comenzar una novela, pero ese fue el panorama que nos encontramos al llegar. Esto me sorprendió un poco, los últimos veranos los había pasado en lugares como Sta Teresita y Las Toninas, y el hormiguero de gente en sus playas siempre me resultaba muy desagradable. El clima estaba fresco a causa de un vientito muy insistente, que me agradaba bastante, ya que compensaba el calor que producía el sol, mis amigos sin embargo, estaban algo incómodos con esto y procuraban encontrar algún lugarcete donde resguardarse de este. Pero habiendo fracasado tristemente en dicha empresa nos dejamos caer sobre la arena, apenas unas toallas es lo que habíamos llevado, que fueron de gran utilidad, yo me había olvidado el protector solar, por lo que sacarme la remera estaba fuera de discusión, me senté de espaldas al sol, con los brazos tapados por la sombra de mi cuerpo para evitar que se quemaran, los demás ya habían asumido la típica posición de los solistas echados boca arriba y/o boca abajo, luego de un rato de estar así, a alguien se le ocurrió hacer un pequeño partidito de fútbol en la arena, y el que escribe no tuvo mejor idea que elegir ese momento para hacerse sociable con el grupo, por lo que me preste para el encuentro. Grave error. Después de hacer lo que pude, incluso me di el lujo de meter un gol, tuve que abandonar el encuentro. Las Piernas se volvieron dos columnas de granito, el estomago me daba vuelta, amenazando con mostrarme lo que había comido, fue necesario que me tirara en la arena con los brazos extendidos y la boca abierta para poder respirar y evitar que el contenido estomacal volviera por donde había entrado. Este hecho fue la primera señal de alerta mi estado físico.
De regreso a la casa, yo caminaba bastante lento, recobrando poco a poco las fuerzas y la seguridad, la noche se acercaba y había que prepararse. Se hicieron algunas compras de último momento, y una vez todos estuvimos limpitos comenzamos con la cena. Ariel se encargó magistralmente de la parrilla, la preparación del fuego, la vigilancia, la atención, dentro de la casa el Negro de los tragos y de preparar la carne, Axel y Guille se encargaron de la picadita de rigor y las ensaladas, y yo auspicié de ayudante, llevando y trayendo lo que hiciera falta, y asistiendo en lo que 
pudiera. Una vez lista la picada, nos reunimos alrededor de ella para hacer el último brindis del año y en forma simbólica con Matías a quien llamaríamos unos minutos mas tarde, para contarle de lo que se perdía transmitirle nuestros buenos deseos. Y cuando finalmente todo estuvo listo para comer nos sentamos a la mesa con el horror de descubrir que eran las 23:10Hs y que teníamos menos de 50' para comer, preparar la heladerita e ir a la playa. Si bien se comió rápido pudimos disfrutar la cena con aplausos para el asador y todo, para las 23:30Hs terminamos de comer y mientras unos levantamos la mesa (ni en pedo íbamos a lavar en ese momento) otros atiborraban de alcohol la heladerita de viaje. Para las 23:45Hs estábamos cargando la Kangoo 5 minutos después estábamos saliendo. Llegamos a la playa a 2 minutos para las 24Hs y esta ya estaba llena de gente, familias mayormente, lo cual ya esperábamos y antes de que pudiéramos darnos cuenta a nuestro alrededor estallaron saludos, felicitaciones, fuegos artificiales, brindis varios y flashes de las cámaras, dándonos a entender que el 2008 era historia y el 2009 nos encontraba festejando.
Tratar de explicar lo que es estar en ese lugar, rodeado de amigos, y de gente a la que no conoces, pero que en ese momento saludas como si todos hubiéramos acordado esta ahí esa noche, es inútil, y no voy a gastar palabras en tratar de hacerlo, solo le puedo decir al lector que si en algún momento de sus vidas tienen la posibilidad de vivirlo, no lo duden, háganlo, no se van a arrepentir.
Poco a poco, el contenido de la heladerita se fue vaciando y mientras los brindis seguían su curso, algún iluminado tuvo la idea de abrir la puerta trasera de su auto y poner música alrededor de la cual, muchos de los presentes, se reunirían para celebrar el año nuevo con alegría y baile. La compañía no escaseó y nos quedamos un largo rato bailando y disfrutando lo que quedaba en la heladerita. Finalmente dejamos las playa para ir al primer boliche de las vacaciones previo paso por V.E. para dejar la heladerita. Yendo para el boliche, nos detuvimos en un bar a unas 2 cuadras del lugar, la iluminación de color rojo y la música House predominaban en el sitio, no me acuerdo el nombre, pero estuvimos ahí un rato. Luego fuimos a Le Brick, la cola de entrada no era muy larga así que entramos rápido. Dentro la gente bailaba (como era de suponerse) festejando el nuevo año, y si bien varias niñas dieron un no rotundo a la oferta de baile, la atmósfera que se respiraba era de buena onda en general. Y si hablamos de onda, un grupito de chicas de Buenos Aires que estaba allí por el mismo motivo que nosotros se nos unieron tras una cortes invitación de Ari. Estuvimos todo lo que nuestras alegres almas nos permitía, y una vez habiendo cumplido con el objetivo de la noche regresamos a la V.E. satisfechos de lo vivido.
Desde este punto en adelante se crea una especie de rutina, agradable rutina, compuesta por:
- Levantarse entre las 12 - 14 hs.
- Desayunar lo que haya.
- Huevear una rato.
- Ir a la Playa a huevear.
- Huevear otro poco.
- Cenar en cantidades industriales.
- Mas hueveo por si nos quedaban dudas
- Previa.
- Parranda.
Así que no voy a describir cada día en detalle, solo me voy a detener en las cosas mas destacadas que pasaron.
El primero de Enero llegó
Matías, se saco de encima una de sus mochilas y se colocó al hombro la otra para reunirse con nosotros. A eso de las 17:30,
Ari,
El Negro y
yo dejamos la playa y fuimos a buscarlo a una de las paradas de micros que hay distribuidas en la ciudad (no a la terminal en si) lo fuimos poniendo al tanto de las cosas que
habían pasado hasta el momento, volvimos a la playa un rato y después a la V.E. para cenar y la previa, que luego nos daríamos cuenta que se hizo demasiado temprano y para cuando salimos, los efectos alegrezcos del
Speed con Champagne habían desaparecido, y eso se notaba en todos, siendo esa mirada agridulce la que se lleva todos los premios. Esa noche fuimos nuevamente a Le Brick, y aunque los ánimos estuvieron un poco menos eufóricos que la noche anterior la pasamos bien, compañía y baile no faltaron.
Mientras estábamos en la playa del tercer día, un mensaje alerta a
Matías que un nuevo integrante del grupo estaba cerca.
Flavia llegó desde el norte, caminando despreocupada a orillas del mar y esto fue algo... que palabra usar?... como mínimo poco común
, por lo general nuestros encuentros con ella siempre se daban dentro de un entorno familiar, y con la presencia de rigor de
Martín, su hermano mayor, parte de este grupo, pero ausente en el viaje, sin embargo, supo adaptarse muy bien a esta banda de inadaptados (aunque no tuvo que esforzase demasiado). Pero este hecho no fue el único destacable de la jornada, ya que la noche, dicho sea de paso, traería su brillo propio y jugaría con ser una de las salidas, al menos para mi, inolvidables.
Luego de una modesta cena (con abundante picada.), y luego de ir a buscar a
Flavia, cargamos la heladerita en la
Kangoo, repleta de bebidas sumamente
espirituosas, y asistir como se debe a
la apertura de
Pueblo Limite, un complejo bolichero, ubicado en la entrada de Gesell(hecho al que asumo debe su nombre). Al llegar al lugar, buscamos una ubicación en la playa de estacionamiento al costado del mismo para instalarnos hasta que llegara el momento
de entrar. Acomodados holgadamente, la heladerita se abrió despegando su surtido contenido, que el Bartender
Mike supo distribuir con diligencia. Música, tragos, fotos y baile, el ambiente se estaba preparando y aunque los ánimos flaquearon levemente al ver que en la fila de entrada solo había hombres, estos regresaron fervientes al descubrir una segunda fila repleta de señoritas. Nosotros no entramos a penas abrió, esperamos un poco, ya que la fila era larguísima, e incluso cuando fuimos nosotros, tenia una considerable extensión.
No estoy muy seguro de si estaban todas las pistas abiertas, el grupo y yo en Gral. solo estuvimos en dos. La de electrónica, donde Zucher exhibía sus habilidades con los vinilos y la de música general. Toda la noche fue una exacerbada fuente de diversión con amigos, una de las pocas veces donde no pude dejar de moverme hasta muy entrada la madrugada y, aunque no soy muy simpatizante de la electrónica, tengo que admitir que fue el ritmo con el que mas me llevé.
A la tarde siguiente, incurriríamos en la violencia, y de paso liberar tensiones en una sesión de Paint Ball, la cual resulto por demás excitante. El campo de juego, era un inmenso galpón salpicado de escombros paredes rampas y barriles que sirvieron de escenario al estilo DOD donde metodología del
juego se dividió en tres etapas. La primera fue "Capturar la bandera" dos equipos (azul y naranja) en lados opuestos del campo debían llegar hasta la bandera del equipo contrario y llevarla hasta la "base" propia, y esto por supuesto, tratando de evitar que el enemigo haga lo mismo. Por el equipo azul estaba formado por
Axel,
El negro y
Ari. Y el naranja por
Matías,
Guille y mi humanidad. El resultado del encuentro fue una victoria para los naranjas con un resultado de 2-0 gracias a un
coordinadísimo trabajo en equipo. La siguiente etapa se trato de una defensa de 2 vs. 4 es decir, dos defendiendo y 4 atacando, la premisa era similar al CTF, los atacantes debían tomar la bandera de los defensores y llevarla a su lado del campo. Al
Negro y a mi nos toco defender, lo cual agradecí de sobre manera ya que una vez mas mi estado físico demostró sus grandes falencias, ya al final de la primera etapa se me dificultaba enormemente caminar/correr agachado y mi respiración se había vuelto muy ruidosa a base de grandes bocanadas de aire, por lo que una estrategia de Sniper fue mas que
suficiente. La defensa resultó todo un éxito, los atacantes , tan solo lograron llegar una vez a nuestra bandera, pero no lograron terminar la tarea. Finalmente, para la tercera etapa quedamos el
Negro,
Axel,
Guille y
yo,
Ariel y
Mike se retiraron, no estoy seguro si por falta de municiones o por cansancio, por lo que se armó un todos contra todos, aunque, casi como por un
acuerdo tácito los tres nos enfocamos en
Axel y cuando este hubo sido cruelmente masacrado nos dimos entre todos, el siguiente en salir fue el
Negro y finalmente el uno a uno quedó a cargo de
Guille y de mi, donde
Guille salió único vencedor (T_T). Habiendo saciado nuestra sed de violencia y habiéndonos ganado unos cuentos moretones (en mi caso uno en medio de la frene que saldría en todas las fotos de hora en mas) volvimos a la V.E. para la salida de la noche y si bien en general estábamos enteros, algo cansados, pero enteros, las consecuencias de nuestro pequeño divertimento recién se verían al día siguiente.
Pueblo limite fue nuevamente el escenario, esta vez, sin la grata compañía de
Flavia, y no voy a decir que fue mejor que la anterior, ni tampoco peor o igual, sino diferente, había mas pistas habilitadas, y mucha mas gente, en especial en la pista ochentosa que explotaba y donde mejor la pese esa noche. Pero sin embargo había una dejo amargo en el aire, esa sería la última noche del
Negro en Gesell (al menos de esas vacaciones, no crean que le paso algo ^_^!) ya que por cuestiones laborales tenia que estar el Lunes en Bs. As. Despuntando el alba la congregación de gente en la pista al aire libre era muy numerosa, allí estuvimos un buen rato, donde la frase
¿Estas enojada o sos fea? de
Ari, brilló en su máximo esplendor, hasta que finalmente regresamos a casa. Una vez allí se suscitó un hecho de lo mas aberrante. Las buenas costumbres dictan que hay que compartir una comida, un momento de reflexión con los amigos al regresar del boliche, y las empanadas que habían sobrado esa noche (o la anterior desde el punto de vista horario) se habían convertido en un codiciado trofeo, el tema es que dos forajidos, a quienes no voy a nombrar para salvaguardar sus vidas, que al recordar que no tenían empanadas puesto que se las habían comido durante la cena, decidieron vilmente dar cuenta de las dos que le habían quedado a
Axel quien, dicho sea de paso, no había vuelto con nosotros por algunas actividades extra
curriculares. Este hecho desencadenaría una serie de reproches, que aun se continúan en el presente.
¿PARA QUE ME LEVANTE SI SE PUDE SABER!!!!!!!? eran las 11 AM aprox., cuando nos levantamos para acompañar (junto con
Ari y
Mati) al
Negro a tomar el micro que lo regresaría a la realidad (ha si, para eso me levante ^_^) y ya sentía algunos dolorcillos mientras me vestía, pero recién me di cuenta de la magnitud de mi situación cuando hice ese pequeño saltito para bajarme de la cama (por si no lo mencione dormía en la parte superior de una cama marinera) y ay!! mi estimado lector/lectora no fue para nada divertida la sensación que recorrió mis músculos, especialmente mis muslos cuando aterricé con muy poca gracia en el suelo. A partir de ahora el panorama sería esencialmente el de sentir momentos de intenso dolor, seguido de otras momentos de menos dolor. Al llegar a la terminal el micro ya estaba esperando, algo mas temprano del horario que debía, por lo que el
Negro subió al vehiculo y chistes, con la ventanilla de por medio abandono la terminal y la cuidad. Al volver a la V.E. compramos algunas cosas que eran menester y la tarde se desarrolló con la habitual normalidad. Sin embargo, la noche nos tendría otros planes, reservándonos una gran sorpresa, quizás, una sorpresa que cambiaría el curso de las vacaciones.
Una vez mas la noche se desarrollaría en el ya conocido
Le Brick pero, gracias a las habilidades de persuasión de
Flavia esta vez iríamos al sector VIP. No puedo decir que este lugar es la gran cosa, hay menos gente, es cierto y lo agradezco, pero al ser el lugar más pequeño el efecto es casi el mismo, lo que mas puedo elogiar de este sector, son los comodísimos sillones donde me pase la mayor parte de la noche. Muy ortiva lo mío, ya se, pero los dolores musculares que sentía no me daban muchos ánimos para estar mucho de pie, cada tanto me levantaba para bailar uno de esos temas que son imposibles de quedarse quietos, pero luego regresaba a mi lugar consciente del dolor que sentía. Sin embargo, fue en este lugar donde conocimos a nuestras versiones femeninas (NO, NO, NO, no nos travestimos quédense tranquilos brrrrrr). Paso que
Flavia, cámara en mano, increpó a dos chicas que inocentemente se habían sentado, a descansar un poco tal vez, en uno de los sillones aledaños al que me encontraba para sacar un foto grupal, ellas guiadas quizás por su instinto de auto preservación (o de copadas nomás) accedieron a tal propuesta.
Así que toda la trouppe se
abalanzó acerco a ellas para hacer los honores (mis dolores?, bien gracias). Finalizada la sesión fotográfica (?)
Guille,
Ari y
Axel se dieron a la tarea de convencerlas de que éramos buena gente (titánica tarea, he de admitir), en la cual parecieron tener éxito, ya que se enfrascarían en una charla que duraría casi toda la noche. Yo en algunas ocasiones traté de sumarme a dicha charla, pero me jugaba muy en contra el volumen de la música (:tos: excusa :tos:), lo que me impedía escuchar de lo que estaban hablando. Luego, ellas se fueron y nos quedamos unas horas mas pero, finalmente las imitamos. Lo que no sabia en este punto es que aquellas dos niñas se volverían parte de este grupo, siendo participes no solo de las salidas nocturnas, si no compartiendo playas, tardes de mates, cenas y algunas que otras caminatas por el centro.
A la tarde siguiente nos las encontramos en la playa (no recuerdo si nosotros fuimos a ellas o si ellas vinieron a nosotros) lo cual fue bastante bueno, ya que esta vez si pude relacionarme un poco mas con ellas siendo lo primero, sus nombres, y desde mi punto de vista se presentaban formalmente
Valeria y
Evelyn. Ambas resultaron ser bastante copadas (y mira que hay que tener muy buena onda para tratar de enseñarme a bailar ^_^!) y también supieron encontrar su lugar junto a nosotros.
A la noche la idea era salir todos juntos (Nosotros 5,
Flavia y las recién llegadas), así que nos reunimos en la V.E. y luego de una portentosa cena cortesía de
Axel, y unos partidos de Wining eleven (ni idea el numero), comenzamos con la previa. y siguió la previa, y creo que después hubo un poco mas de previa. En pocas palabras no salimos un carajo y nos quedamos en casa cagándonos de la risa y consumiendo cuanto sustancia bebible teníamos a la mano (Alcohólica y no alcohólica). Tamizado todo con juegos de gran valor cultural (?) como la generala y el de "tratar que la moneda no caiga dentro del vaso mientras se quema el papel que la sostiene con un pucho" (¿se nota que no se como se llama ese juego no?) y, aunque no lo creas mi estimado lector/a la pasamos todos muy bien, hubo algún que otro desacuerdo en cuanto a reglas y prendas por perder, pero en general fue una muy buena noche, tanto, que a alguien se le ocurrió que la noche debía coronarse yendo al mar a nadar (A LAS 4+ DE LA MAÑANA!!!!!!!) así que nos calzamos las mallas y toallas en manos nos pusimos en camino. Pero claro, al llegar a la playa la persona que sugirió esa excursión se arrepintió cobardemente al ver la profunda oscuridad del océano a esas horas (NDF: podes creer que no se acuerda de esto? Posta). A si que volvimos a la casa a seguir con la "previa" un poco mas, hasta que, ya satisfechos por la noche cumplida nos retiramos a nuestros respectivos sueños.
Como todo principio tiene un final, la hora de que se terminen estas vacaciones se acercaban. La tarde que vendría sería la última tarde, la noche que vendría sería la última noche, antes de re armar las valijas y emprender el camino a Buenos Aires.
Una larga caminata matutina fue lo único que rompió con la rutina del día siguiente. A la noche
Vale y
Eve vendrían a cenar Pizza hecha por las hábiles manos de Axel para la ocasión, y luego de cenar. "La previa". Esta previa, si sería previa a la salida, aunque en mi caso elegí no ir, no estaba seguro de si era la creciente melancolía por tener que dejar aquel lugar, el cansancio acumulado de tantos días o una forma de comenzar a aclimatarme a la vida "normal" de nuevo, pero al ver que
Matías tampoco tenia intenciones de ir, me disculpe por la falta, y aunque trataron de convencerme (no se esforzaron mucho tampoco ¬¬), mi decisión se mantuvo firme. Me quedé con ellos hasta que se fueron, me aseguré que las puertas y ventanas estuvieran bien cerradas, y me tire en el sillón a ver un poco de televisión, cosa cual no había hecho en todos estos días. También me eche una peleas en el "Kof XII" y aproveché para empezar a idear las palabras que están leyendo. Cuando finalmente me ganó el sueño, apague todo y me que dormido donde estaba. Con las primeras luces del día llegaron los muchachos, con hambre, les hice la gamaba mientras comían algunas sobras de la cena, y finalmente todos nos fuimos a nuestras respectivas camas. La mañana siguiente, no seria mas que el preludio al tan (poco) esperado final.
Creo que fue
Ari el primero en levantarse, lo siguió
Matías y luego yo, hicimos una pequeña gira por la calle 3 y aledaños para comprar algunos souvenir y alfajores de rigor para llevar a nuestras familias, también nos encontramos con
Eve y
Vale para devolverles su cámara de fotos, olvidada la noche anterior, y también para despedirnos como se debe. Recuerden que Mati y yo, al no salir, no tuvimos oportunidad de hacerlo y también (con un gran lamento) no disfrutamos el baile árabe de
Eve. Y cuando ya todo se hubo dicho y hecho volvimos a la V.E. donde Guille ya se había levantado, y dado que casi todas mi ropa estaba en su habitación, me puse a armar las valijas con muy pocas ganas y esperando que las horas que quedaran se alargasen.
Hasta acá el relato del Día a día en Gesell, aun quedan algunas cosas mas para contar pero lo voy a dejar para el siguiente post. Pero para finalizar quiero hacer unas aclaraciones.
Próximo Capitulo1.- Me llegaron comentarios acerca de que en el post anterior (y si se fijan en este tampoco) puse alguna forma de llamar a la luna en otro idioma/cultura como lo hago habitualmente, esto es porque tanto este post como el anterior y el que falta, los considero un solo post por lo tanto esta va a aparecer en el final del ultimo. La fase de la luna si la pongo porque es la fase en la que se encuentra cuando publico.
2.- No se si se dieron cuenta, pero a medida que avanza el relato dejo de dar nociones sobre días/noches y horas, esto se debe a que, nosotros mismos estábamos
algo perdidos en ese tema (no precisamente por el alcohol ¬¬) llegando a extremos de no poder decir con ciencia cierta en que día nos encontrábamos. Esto lo mencionamos en algún momento atribuyéndoselo a lo bien que la estábamos pasando. Trate de alguna manera de trasladar esa sensación a lo que escribí para que vos lector/lectora también estés en la duda de en que día pasa cada cosa.
3.- Por último, el titulo de este post está mal escrito a propósito, así que espero no recibir ningún comentario al respecto. Si a vos te hablo Maestra Ciruela ^_^.
a las visperas, no solo de navidad, si no de un nuevo viaje con mis amigos, a pasar año nuevo, y espero poder relatarlo igual que hice con este (bueno, quizás un poco mas resumido). Gracias a los que me felicitaron por el relato, a los que me criticaron, gracias tambien y al resto que lee este blog, les agradezco por recordarme la razón por la que hago esto.
Ahora, yo no soy de los que quieren todo servido en bandeja de plata, pero loco, si vas a hacer algo para los demás por lo menos ponele ganas y no te limites solo a hacer copy/paste de lo que hicieron los demás.
querido que
aire, las pelucas violetas y verdes eran la moda (o, tal vez, eran la tradición del lugar), un grupo 5 chicas vestidas exactamente igual (vestido verde y calzas negras) se paseaban por el lugar , tal vez tratando de identificar cual era la cola para sacar entrada y cual para los que ya la tenían.
Dentro de la pista la gente se iba reuniendo en diferentes grupos que, incluso en este momento tan temprano, desbordaban entusiasmo. Súper héroes de todo tipo y colores se pavoneaban por el lugar. Superman, Batman, Robin, Acuaman e Hjitus (por que no?) que iba haciendo su "chucu chucu chucu chucu" por ahí. Otros menos poderosos pero igual de heroicos como el Mano Santa y un Chaplin en versión fémina se daban la mano. Las conejitas y gatitas eran perseguidas por lobisones hambrientos. Enfermeras, mucamas, colegialas, vaqueras, por allá lejos había un descolgado en bata y remera que rezaba a Buda y, cual obra de Dan Brown, Ángeles y demonios se miraban de reojo.
Tras la presentación, el primer Numero de la noche estaría a cargo del trovador de las Bizarren, 
A cada hora, el tema de Rocky sonaba y el maestro de ceremonias (con sus sombreros y sus lentes) aparecía para estimular a la horda frenética y para anunciar el siguiente numero invitado. Jazzy Mel, Machito Ponce, Amar Azul y Alcides se dieron
A veces pasa que, al prestar atención, te das cuenta que el tema que esta pasando por la radio tiene un sonidito muy parecido, casi igual al timbre de tu casa, y es entonces cuando te pones a reflexionar sobre las desventajas de dormir con la radio encendida.